Apuntar este nombre en todas vuestras agendas ya que este especialista inglés ha consiguido hoy día 23 lo que a todos ojos era un proyecto suicida. Saltando desde un helicóptero a una altura de 2400 pies (+730 metros) realizó un vuelo con su wingsuit y aterrizó sin la ayuda de su paracaídas. La zona de aterrizaje estaba compuesto por unas 18000 cajas apiladas que formaban una superficie de 350 pies de largo, 40 de ancho y 12 de altura (106 metros, 12 y 3,6 respectivamente) que hicieron el proceso de amortiguación para evitar que el inglés falleciera en su tentativa. Tenéis un par de imágenes del ángulo que utiliza para tomar tierra.
A continuación os pongo el vídeo del salto visto desde una cámara externa. Seguro que muy pronto veremos más vídeos desde las cámaras que lleva en el casco y desde otros ángulos. Hay que estar muy loco para hacer lo que ha hecho este hombre. Me quedo sin palabras.
Aunque no ha sido el primero en plantear este reto si ha sido el primero en conseguirlo. El genial Jeb Corliss, del cual habréis visto varios vídeos en la tv incluidos el gravísimo accidente que tuvo hace unos meses, estaba detrás de este reto aunque su "solución" pasa por una especie de rampa que le ayude en el proceso de deceleración, en vez de utilizar un montón de cajas y estrellarse contra ellas como ha hecho Gary. El proceso le ha resultado al inglés seguramente más barato que la idea de Corliss. La cual va a necesitar de 3 millones de dólares para hacerse realidad.
Una vez roto el mito de la primera vez, ahora empezaremos a ver como otros locos de este deporte intentan superar al inglés tanto en altura como mejorando el aterrizaje, pero Gary ya ha escrito con letras de oro su nombre en los libros de historia del paracaidismo.
Blue skies forever para todos los compañeros que amamos esta disciplina. Yo por ahora me conformo con saltar desde 4000 metros de altura con mi fiel paracaídas firmemente amarrado a mi cuerpo
Un saludo para todos.